Katherine Peña es un nombre destacado dentro del mundo del karate, no solo por sus logros como atleta, sino también por su compromiso como profesora, forjando campeones y llevando el karate a nuevas alturas en Chile. Con su pasión inquebrantable ha logrado dejar una huella, no solo en su comunidad, sino a nivel internacional.
Un camino de disciplina y logros
Su historia comienza en el año 2009, cuando se unió a las clases de karate del profesor Luis Arros en Coronel, una disciplina que desde niña le había llamado la atención.
Uno de los logros más destacados de su carrera ha sido ser nombrada como la mejor deportista de la comuna de Coronel en cuatro ocasiones, un reconocimiento otorgado por los alcaldes que han liderado la ciudad, René Carvajal, Leonidas Romero y Boris Chamorro.
Además, de manera constante ha tenido varias participaciones a nivel internacional. Entre sus logros se destacan competiciones en Brasil (2018, 2022), Bolivia (2018, 2022), Argentina (2014), Uruguay (2024), Japón (2017, Mundial) y Polonia (2022, Copa del Mundo), consagrándose incluso como campeona sudamericana.
El arte de enseñar
Pero más allá de sus victorias personales, el legado de Katherine Peña como profesora ha sido igualmente impresionante. Con más de 15 años de experiencia enseñando karate, Peña ha logrado llevar a sus alumnos a lo más alto en campeonatos sudamericanos, obteniendo campeonatos en tiempos sorprendentemente cortos.
Como una de las profesoras más antiguas de Coronel, Katherine no solo enseña karate, sino que también ha trabajado como profesora de educación física en la Escuela Rosa Yañez de Schwager, donde ha formado campeones a pesar de las limitaciones económicas de muchos de sus estudiantes.
En su visión sobre la formación de un buen karateka, Katherine destaca la importancia de formar personas íntegras, con los valores necesarios para ser buenos instructores y competidores, en donde cosas como el respeto, empatía, honor, lealtad y constancia deben ser transmitidos, no solo en el aspecto técnico, sino que también en la formación como ser humano.
Para ella, el dinero no debe empañar la pasión y el honor de la disciplina. La enseñanza debe realizarse con el corazón, y siempre con el ejemplo.
Un presente brillante y objetivos definidos
Hoy, Katherine se encuentra en un momento clave de su carrera. Gracias a su destacada participación en el sudamericano en Brasil 2024, fue clasificada como vicecampeona en la categoría hasta 65 kg, lo que le permitió obtener un cupo para participar en el primer Mundial de Karate Full Contact en Tokio, Japón, en mayo de 2025, para el cual, cabe recalcar, se encuentra en busca de recursos para poder costear su viaje al gran evento.
Con respecto a sus metas, Katherine tiene claras sus prioridades: en el corto plazo, se prepara para el mundial de karate full contact en Tokio, Japón, y busca auspiciadores que le ayuden a costear el costoso viaje.
A largo plazo, su objetivo es que sus campeones y campeonas del Dojo puedan representar a Chile en futuros campeonatos mundiales. La organización de karate Shinkyokushin, a la cual pertenece, está en pleno proceso de formación de una federación, y Katherine se siente orgullosa de ser parte de este avance.
El futuro del karate en Chile
Katherine tiene una visión esperanzadora sobre el futuro del karate en Chile. Aunque el karate kyokushin no forma parte de los Juegos Olímpicos, ella cree que la disciplina sigue en constante crecimiento y consolidación a nivel federativo.
Actualmente, su expansión es evidente, con presencia en 16 regiones del país y la realización de seminarios internacionales. Junto a su esposo, Francisco Cornejo, director de la organización en Chile, ha llevado su conocimiento a países como Uruguay y ha impartido seminarios en ciudades como Santiago y Curacaví.
Para Katherine, la colaboración entre los profesores de karate es fundamental para el desarrollo de la disciplina. “Es clave dejar de lado los egos y unirnos en la construcción de una federación sólida”.
Su trayectoria refleja dedicación, pasión y compromiso con el karate, demostrando que, con esfuerzo y perseverancia, no hay límites para alcanzar los objetivos, sin importar la edad o las circunstancias.