A lo largo de Chile existen numerosos deportistas talentosos y la región del Maule no se queda atrás. Josefa Fernanda Pradenas Álvarez, una chica talquina de 16 años ha demostrado que con constancia y compromiso, puedes llegar lejos. La joven ya ha dejado su huella en el atletismo chileno y sigue avanzando con un objetivo claro: representar a Chile en los Juegos Olímpicos.
Nacida para el atletismo
Desde pequeña, Josefa vivió de cerca la emoción de las competencias, influenciada por su madre, quien también fue atleta. “Descubrí mi pasión desde muy niña, porque mi mamá compitió cuando era joven, y yo iba con mi familia a los torneos. Desde entonces, supe que esto era lo que me hacía feliz”.
Su primera carrera la recuerda con cariño y anécdotas curiosas: “Ese día no iba a correr, solo acompañaba a mi hermana. Me equivoqué de meta y paré antes de tiempo, pero igual gané. Fue increíble descubrir que tenía talento para esto”.
Compromiso y constancia: las claves del éxito
Josefa ha conquistado importantes logros en su corta pero prometedora carrera. Sin embargo, cada medalla y trofeo llevan consigo una historia de sacrificios.
Para llegar a donde está, la joven tuvo que poner sus metas y objetivos primero, y cumplirlos sin fallar: “Mis logros representan todas las veces que dije ‘no puedo, tengo que entrenar’ cuando mis amigos me invitaban a salir. También todas esas noches en que me cuestioné si esto era realmente lo que quería para mi vida. Pero la constancia siempre gana”.
Los desafíos físicos y sicológicos siempre han estado presentes en su camino, pero a pesar de esto, Josefa se mantiene constante y firme en su propósito.
Equilibrar el atletismo y los estudios
La vida de una atleta no solo implica entrenamientos y competencias; también hay que lidiar con la educación. Josefa es estudiante del colegio Montessori de Talca, por lo tanto ha debido aprender a manejar su tiempo de la mejor forma.
El entrenamiento lo realiza una vez fuera de la jornada escolar, en donde dedica toda su energía al atletismo, para posteriormente llegar a su casa y ponerse al día con sus trabajos y estudios para no atrasarse.
A pesar de las dificultades, la disciplina que ha adquirido en el deporte también le ha servido en el estudio. “El atletismo me enseñó a mantener un ritmo y constancia en todo ámbito de mi vida”, destaca.
El orgullo de representar a Chile
Uno de los momentos más especiales en su carrera ha sido vestir la camiseta de la selección nacional. “Es un sueño que tuve desde pequeña y aún me cuesta creer que lo hago. Ponerme la polera con mi bandera me hace sentir que corro por cada chileno. Es un honor y una gran responsabilidad”.
Un futuro prometedor
A corto plazo, su meta es clasificar a los Sudamericanos U18 y seguir sumando experiencia en competencias internacionales. Pero su gran sueño son Los Juegos Olímpicos.
Finalmente, envía un mensaje a quienes quieren seguir su camino en el atletismo: “Háganlo sin pensarlo tanto. Si creen que esto los hará felices, sacrificarse valdrá la pena. Disfruten y sobre todo, sean felices en lo que hacen, porque eso los llevará a ser los mejores”.
Josefa Pradenas sigue corriendo con la mirada fija en el futuro, con la bandera chilena en el pecho y un corazón lleno de sueños.